9.15.2008

RELIGIONES Y CULTURAS O QUIZAS SOLAMENTE SEA MIEDO A “LO QUE NO CONTROLAMOS”



Cada vez que vengo al pueblo, al mió o a cualquier otro me llama la atención la religiosidad que algunas personas ofertan a su Virgen, a sus Santos o a cualquier otra reliquia que en el lugar se venere.
Y yo que no gozo de la marca de la Fe, ni por la religión católica ni porcualquiera de las que el mercado te ofrece pues me pregunto a que se deberá esta entusiasta manera de venerar a unas figuras en nuestro caso, iconos en el caso de los Ortodoxos y otras muestras en cada una de las profesiones religiosas que el mundo alberga
Hace unos años le achacaba el asunto de la religiosidad a la falta de información o quizás en muchos casos de cultura que era sustituida con la forma más fácil de resolver esta serie de problemas existenciales que al genero humano nos acechan de por vida.
¿ De donde venimos?¿A donde vamos? ¿Qué leches hacemos aquí? , etc,etc
Pero claro, hace unos años todo esto ha cambiado, creo que en el buen sentido pero independientemente de cual sea nuestra opinión acerca del rumbo de la vida, reconoceremos que cambiar hemos cambiado en el sentido de que nos inunda la información, nos divulgan muchísimo más la técnica, el mapa geonómico, de que año es la sabana santa o cualquier otra cuestión que pudiera desmontar “a priori” alguno de los dogmas, a mi juicio poco juiciosos, pero que he de reconocer que muchísimos dan por validos y les sirve para “apaciguar” sus preguntas existenciales que a cualquier ser humano racional nos invaden

Si bien es verdad que, al menos en el caso de la religión católica el censo de practicantes va a menos día a día, yo personalmente ese hecho se lo achaco a lo mal gestionada que esta dicha agrupación religiosa y lo fuera “del mundo” que andan sus dirigentes, al tiempo que de la total falta de democracia interna que “nunca tuvo” ni tiene

Pero de forma complementaria ves a gente juiciosa, culta cultivada y en principio razonable que siguen creyendo en la Santísima Trinidad o en la Virgen de Regla
¿A que se debe esta pertinaz forma de creer, cuando sobran argumentos lógicos que orientan hacia el agnosticismo mas radical?

Pues desde mi lógica creo que solamente se le puede achacar esta creencia al miedo que todos tenemos al más allá, por puro egoísmo de supervivencia y al terror que nos produce el “mas jaca” precisamente por la sobredosis de información a la que estamos expuestos cada minuto, en aras a un derecho que lo es, pero del que no tengo clara la longitud de su camino ni la anchura de su utilización. El derecho a la “libertad de expresión.
Yo recuerdo en mis tiempos de COU que el profesor de Filosofía nos intentaba hacer comprender que cada derecho tiene un inicio y un fin que coinciden con el derecho del “otro” y que cuando hay conflicto se debe negociar y acordar hasta donde llega cada cual.
Claro frente al derecho de la libertad de expresión que sin duda reivindico y que creo que en este mismo momento estoy ejerciendo, estará el derecho a “que me dejen de complicar la vida” que pudieran tener aquellos receptores de toda una serie de noticias que “sacadas de contexto” aparentan el fin del mundo. Digo yo.
Frente al machaqueo diario con los problemas del “pueblo vasco” y en especial sus radicales pues quizás yo quisiera “borrarme” de ese día a día que en todo caso es importante para unos pocos, menos de los que el ruido aparenta y que además no tiene mayor solución que la de “la utilización de la fuerza por quien tiene derecho a su administración, que es el Estado” y mientras no exista la noticia de que dejan las armas pues a mi particularmente no me interesa nada de nada lo que hagan o piensen” Y eso viene implícito en mi voto.
Las estupideces que ocupan cada día los informativos de radio y televisión acerca de lo que Rajoy ha insultado a Zapatero o viceversa me importan un pimiento, porque haya votado a quien mi conciencia me lo haya permitido, no ha sido para que caigan tan bajo sino para que sienten el culito en esas bonitas sillas del Congreso y lleguen a acuerdos validos para mi y los míos. Lo demás será libertad de prensa o simplemente minutos alimenticios a una serie de escribidotes y contertulios que nos amargan el sueño cada noche con cuestiones de las que nunca mas se volverá a hablar por su estupidez o que quizás nos amargaran los próximos meses por su interés mediático.
Yo no tengo nada claro que esa “libertad de expresión” sea la que yo quiero recibir y, digo que no me importa que otros la ejerzan pero claro si yo u otros miles y miles como yo no las recibimos, que utilidad tendría para su “estomago” el ejercicio de esa llamada “libertad de expresión”. No se . País

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