6.09.2010

Reflexiones de un Ciego-Tozudo-7-.

“Epocas convulsas, tiempos modernos”.

Es un hecho que según vamos avanzando en edad, vamos teniendo mayor numero de experiencias en nuestra –Base de datos-.

Experiencias que no son “a veces” ni buenas ni malas sino solo parte de un disco duro. El disco duro de nuestra vida.

Por lo que vas hablando con “tu entorno” y en especial con el mas cercano; padres, hijos, amigos etc. Te vas dando cuenta de que bien por exceso; bien por defecto, esa Base de Datos nunca te resuelve casi ninguno de los “enigmas” que la vida propia te va presentando.

Esto llama la atención sobre todo cuando observo que “otra gente”, no se si por soberbia o estupidez tiene soluciones para “absolutamente” todos los problemas.

Me doy cuenta además de que en muchísimos casos, tienen el “carácter” flexible y son capaces de defender -esto y lo contrario- sin pestañear.

En mi caso y debido además a mi ascendencia aragonesa con los genotipos característicos del aragonés tozudo, pues esa flexibilidad me resulta en la mayoría de los casos –difícil-.

Estas cuestiones previas, las comento porque creo que son la base de mi total despiste sobre la situación actual; de la situación política actual. De la situación nacional política actual, para ser mas exactos.

Y como además mi cultura no me ha regalado el don de la “Fe”, pues me crea desasosiego y he de reconocer que me siento “perdido”.

Una vez enumerados algunos de los elementos que creo contribuyen a mi desazón, estimo que debe ser por –al menos- las siguientes causas.

Creo que me falta experiencia y que contra mas años cumplo, ya son 51 pues me doy cuenta de que cada vez es mayor mi poca preparación para entender este mundo.

Me da la impresión de que el mundo y yo llevamos velocidades diferentes y, eso teniendo en cuenta de que siempre me ha gustado la tecnología ,etc. Pero simplemente me pierdo. Recuerdo que hace unos pocos años, no demasiados años nos reíamos de mi -ya difunta- -abuela materna- porque la descubrimos mirando como daba vueltas un vaso de agua dentro del primer microondas que llego a casa de mis padres. Estaba esperando que saliera la “chica de la tele”. Pues a veces me siento como mi querida abuela Margarita, esperando que salga la “chica de la tele”.

He visto segar “a mano” la mies de los trigos aragoneses que obligatoriamente y de forma inexcusable tenían la producción que exigía la dictadura. Y eso que ahora muchos de vosotros ni siquiera me entendéis “el llamado cupo” hacia que los agricultores, pobres agricultores comieran “pan negro de centeno” mientras le tenían que entregar a “precio tasado”; es decir, regalado el trigo blanco a la Administración.
La excusa entonces era que la agricultura era un sector estratégico y por ello debía contribuir al sostenimiento del régimen –lloviese o no lloviese-.

Bien, al cabo de unos pocos años “la agricultura” era decisiva para modernizar al país y se empezó a mecanizar.

Culturalmente nadie se preocupo de meter en la cabeza de mis coetáneos de pueblo que esa “revolución” era conveniente asimilarla para que simplemente no te “llevase por delante”.

El sistema, la dictadura empezó a “promocionar” la venta de maquinaria, sin ningún estudio de costes y llegaron los créditos y, la agricultura de nuevo volvió a entregar su sangre a alto interés a favor del sistema. A favor de la Banca que en vez de reinvertir en las zonas agrarias; no, porque era mas rentable en las ciudades.

El sistema , además de ordeñarle sus escasos dineros que le eran necesarios para comer o simplemente para guardarlos para “la vejez” ya que las jubilaciones todavía no se habían inventado. Además de sus recursos, la sangro también con sus hijos, a los que convenció de que “lo mejor” era salir de su pueblo para rellenar barrios obreros en “la capital”.

De esta forma pueblo de Teruel, como el Mio que en 1.958 tenia mas de 1.300 habitantes, hoy no pasamos de 420. De la estructura de la pirámide de edad ni hablo para no sonrojar al Señor Gauss ( el de la campana).

Así hemos estado manteniendo a los Bancos, a la industria nacional, a la construcción, a los especuladores y a la Administración en general hasta la muerte del dictador.

Hambre, lo que se dice hambre yo no la conocí, pero diré que los plátanos los conocí bastante después de “tener uso de razón”.

En esta época, los que pudimos salimos “a estudiar fuera del pueblo” con gran coste para la familia que en muchas ocasiones tenia que “decidir” cual de sus hijos “aprovechaba” la única ocasión posible de huir de la miseria.

Al poco tiempo vino Europa y, recuerdo cuando con la UAGA fuimos de pueblo en pueblo intentando –en vano- convencer a los agricultores de que no basaran su economía en las subvenciones, que eso era “pan para hoy y hambre para mañana”.
Se consiguió cambiar y reducir la población agraria que ya molestaba en la nueva –para nosotros- CEE. Tenia excedentes carísimos de almacenar. Donde había vacas se quitaron y en otros sitios que no las había se pusieron. Se enseño a los profesionales del campo a sembrar para asegurar que nacía el 30 % de la semilla sembrada, no para recoger buenas cosechas sino para que cumpliese con el mínimo para obtener las subvenciones de la PAC.

Ahora ya son pocas las subvenciones y menos los agricultores que siguen viviendo de la agricultura porque es mas barato traer la “soja” transgénica de fuera para alimentar “temporalmente” a nuestros cerdos de engorde. Y digo temporalmente porque esa ha sido la política que la CEE decidió para Aragón, o para Teruel mas concretamente.

Durante estos años nos han convencido- de nuevo- que deberíamos realizar granjas, pero no de ciclo completo. No para que líos, solo de engorde.
Los lechones nos los han traído de Europa, Francia y Holanda. Fundamentalmente porque allí hubiera sido imposible mantener las granjas de engorde que tiene como “daño colateral”, los purines.

Y los purnes –heces de los animales mezcladas con restos de piensos, antibióticos y restos transgénicos de los alimentos que damos al ganado-. Que simplemente intoxican nuestros campos. Pero que mas da, intoxican nuestras aguas, pero que mas da. Los campos para que los quieres si no hay agricultores que los cultiven y las aguas pues casi lo mismo porque para “cuatro gatos” que quedamos en los pueblos.

Y de nuevo ha tenido que ser el “agro” el que haya sucumbido en nombre del “bien mayor” que aunque nadie nos explico, existir sabíamos que debería existir.

Ahora y después del redondeo del Euro, de la subida de los “inputs” en las explotaciones agrarias. Ahora que cuando tiran los purines no se puede respirar en los pueblos, ahora que tenemos la posibilidad de secar jamones porque frío eso nunca nos ha abandonado. Pues ahora resulta que nos han desaparecido los mataderos; y no me he equivocado en el tiempo del verbo. Nos han desaparecido los mataderos, como primera fase del papel que nos toca realizar en este nuevo tiempo.

Al no haber mataderos, no hay despiece y los secaderos aumentan de coste porque el asunto es que resulta mas barato criar cerdos en el Marruecos cercano que en el Sur de Europa; o sea , aquí.

De esta manera veremos como en unos años, las granjas de engorde no les saldrán rentables a los integradores, aunque podríamos criar el cereal aquí, pero resulta mas barato traerlo de “allí” y aunque ya tenemos las inversiones hechas, pero las tenemos hechas “los de aquí” y los que deciden llenarlas “son los de allí”.

Pero en realidad, casi van a tener razón porque pa cuatro gatos que somos.

Mi desasosiego no es total porque me he dado cuenta de que en todos estos años que he tenido el uso de razón, aunque no la haya podido usar porque aunque parecía que me dejaban , no me dejaban.

Pues me doy cuenta de que a partir de las fiestas de Septiembre -15 de Septiembre- mas o menos, cada año sin faltar a la cita viene el “cierzo” y –campa- por sus respetos.

Y llegan las bajas temperaturas y los hielos y, entonces cuando nos vemos “los de aquí” , nos cruzamos de vez en cuando por la calle y el uno le dice al otro. Yeeee; a lo que el otro respondemos –venga pues- y nada mas. Pero en ese frío, con esas pocas palabras, pa que nos escuche el cierzo. Con eso sabemos que hache estamos los de aquí, los que tenemos que estar. Y eso compañeros, eso me llena de lagrimas mis ojos ciegos porque para notar eso no hace falta ver, solo sentir.

No obstante lo anterior y, llorando alguna vez se me escapa algún juramento que como poco llega a Bruselas, a las Bolsas y a los mercados de futuros. Yeeeeeeeee, -venga pues-.

Eso me hace pensar que si volviera a nacer querría volver a ser de aquí, de mi pueblo. Con mi gente.

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