5.06.2007

ESTUPIDECES DE UN EXPRESIDENTE


Antología de las ocurrencias del ex presidente
Desde el “cuando yo no lo sabía, nadie lo sabía” hasta el “déjame que beba"
El alegato de Aznar en defensa de la libertad para beber alcohol y conducir sin restricciones no es sino la última de sus ocurrencias. Desde que dejara la presidencia por la puerta de atrás, se ha especializado en acuñar citas sorprendentes.
"Déjame que beba tranquilamente"
Mientras preparaba su salida del poder, el ex presidente Aznar cuidó extremadamente su imagen en un intento de ser recordado como estadista brillante. La vergonzosa conclusión de su mandato no solo frustró sus planes sino que le ha precipitado a una carrera de desafortunadas intervenciones públicas en las que se suceden las frases disparatadas. España “al borde del abismo” Apenas llevaba un año alejado del poder cuando, en octubre de 2005, el ex presidente advirtió de que "estamos en uno de los momentos más críticos de nuestra historia. En poco más de un año, el actual Gobierno ha llevado a España al borde del abismo. España corre riesgos serios de desintegración y balcanización, de volver históricamente a las andadas”. Este discurso se ha convertido, usando términos similares, en un clásico presente en casi todas sus actuaciones. Espera disculpas de Almanzor La lucha entre el mundo Occidental de valores cristianos y el Islam es otra de sus obsesiones recurrentes. Entre sus referencias al mundo musulmán destacan perlas como “el peligro es el islamofascismo”, o las lapidarias “nuestro enemigo es tan feroz que se trata de él o nosotros” y “hay que prepararse para lo peor”. Pero sin duda el mejor exponente del pensamiento Aznar en este campo lo expresó al referirse al polémico discurso de Benedicto XVI con referencias a la violencia islámica: “muchos claman al Papa para que pida disculpas. Yo nunca he oído a ningún musulmán pedirme a mí disculpas por haber conquistado España. ¡Nunca!”. Habló con ETA para ver si se rendían El ex presidente también ha patinado frecuentemente al hablar sobre la banda terrorista ETA. Sobre las conversaciones de su Gobierno con la banda señaló que tenían como único objetivo “comprobar si estaban o no dispuestos a rendirse”, lo que se ha demostrado incierto en diferentes ocasiones. También sobreactuó en sus habituales descalificaciones al actual Gobierno cuando dijo que “la lógica del apaciguamiento” que intentó Zapatero con ETA “es la de Hitler que invade Polonia porque Chamberlain hizo concesiones”. “Nadie sabía” lo de Iraq Aznar también provocó sorpresa cuando trató de justificar su apoyo a la guerra de Iraq diciendo que si bien se ha comprobado que “no había armas de destrucción masiva” el problema fue “no haber sido tan listo de saberlo antes”. Según él, a pesar de las reiteradas advertencias de Hans Blix, responsable de las inspecciones de la ONU, y de la mayoría de la comunidad internacional, antes de invadir el país “nadie sabía” que esas armas no existían. Lo que Aznar desdeña entre la broma y la arrogancia es, ni más ni menos, que la justificación de una guerra.

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