Cuando nos recuerdan los años 60-70 e incluso los 80 a mi llegan muy de cerca ya que yo nací en el 1958 y claro pues toda esa evolución que nos cuentan ahora “Los Alcántara” de “Cuéntame “ pues me llega muy de cerca.
Me acuerdo por supuesto de nuestro primer tocadiscos que los arregle de uno viejo que tenia mi tío Manolo, maestro del pueblo y melómano a mas no poder. Ese tocadiscos lo “hibride” con una especie de Bafle que yo mismo me construí con un altavos que salio de una vieja television y sobre el que puse una tela negra de un “Viso” que secuestre a mi madre.
Aquello era lo mas de lo mas, mi primer Lp lo compre no se con que dinerillo en Casa Pamplona en Calamocha y era música de Ray Coniff.
Luego con los amígueles, aunque conservando el mió, fuimos entrando en el mundo de los Cosmos que llevaban incorporado en un lado el altavoz y que iban además “A pilas”. Joder que invento.
Duraban poco aquellas pilas pero tenían su utilidad. A nosotros nos servían por ejemplo para irnos hasta el apeadero del Poyo del Cid y montar cada domingo una especie de guateque portátil con las chicas del Poyo que con eso de que no eran las de nuestro pueblo pues se nos antojaban mas “marchosas”
Y alguna vez lo llevábamos a la Virgen con propósitos similares pero con las oriundas del pueblo.
Punto y aparte tendríamos que hacer a los “comediscos”, arma infernal que duro poco por su inefeztividad al tiempo que por las precauciones que teníamos que atender para evitar que se nos rebanara el cuello con aquellos “misiles”-discos que salían disparados al menor movimientos, pero eso si era totalmente portátil y podías pasear oyendo música de los Diablos o los Angeles y eso de la portabilidad no se porque le daba un aire importante.
Y al final llegaban las fiestas y se pasaban las fiestas y se iban las forasteras “que se apretaban más” o al menos esa era nuestra esperanza y venia el frió invierno, pero siempre con el recuerdo de que al año que viene “mojamos”. Y asi solía ser pero en la tinaja del ponche o al pasar la “viga” por encima del rió. Pero mojar mojábamos. País
Me acuerdo por supuesto de nuestro primer tocadiscos que los arregle de uno viejo que tenia mi tío Manolo, maestro del pueblo y melómano a mas no poder. Ese tocadiscos lo “hibride” con una especie de Bafle que yo mismo me construí con un altavos que salio de una vieja television y sobre el que puse una tela negra de un “Viso” que secuestre a mi madre.
Aquello era lo mas de lo mas, mi primer Lp lo compre no se con que dinerillo en Casa Pamplona en Calamocha y era música de Ray Coniff.
Luego con los amígueles, aunque conservando el mió, fuimos entrando en el mundo de los Cosmos que llevaban incorporado en un lado el altavoz y que iban además “A pilas”. Joder que invento.
Duraban poco aquellas pilas pero tenían su utilidad. A nosotros nos servían por ejemplo para irnos hasta el apeadero del Poyo del Cid y montar cada domingo una especie de guateque portátil con las chicas del Poyo que con eso de que no eran las de nuestro pueblo pues se nos antojaban mas “marchosas”
Y alguna vez lo llevábamos a la Virgen con propósitos similares pero con las oriundas del pueblo.
Punto y aparte tendríamos que hacer a los “comediscos”, arma infernal que duro poco por su inefeztividad al tiempo que por las precauciones que teníamos que atender para evitar que se nos rebanara el cuello con aquellos “misiles”-discos que salían disparados al menor movimientos, pero eso si era totalmente portátil y podías pasear oyendo música de los Diablos o los Angeles y eso de la portabilidad no se porque le daba un aire importante.
Y al final llegaban las fiestas y se pasaban las fiestas y se iban las forasteras “que se apretaban más” o al menos esa era nuestra esperanza y venia el frió invierno, pero siempre con el recuerdo de que al año que viene “mojamos”. Y asi solía ser pero en la tinaja del ponche o al pasar la “viga” por encima del rió. Pero mojar mojábamos. País
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